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2. Bacterias y vida saluble

Comer alimentos ricos en bacterias (alimentos vivos) es importante para mantener nuestro sistema inmune en perfectas condiciones. Las bacterias se han utilizado a lo largo de la historia por sus intensos sabores y aromas, por sus propiedades curativas y por su capacidad para conservar alimentos.Lactobacillus acidophilus,   lactobacillus bulgaricus,   bifidobacterium bifidum,    bifidobacterium longum …..  son   nombres de bacterias y, pese a lo que en un primer momento pudiera parecer , no se trata de microorganismos dañinos para el ser humano sino todo lo contrario.

 

Probióticos

 

Probiótico es una palabra de origen griego que significa “a favor

de la vida” , y se refiere a aquellos microorganismos que viven

en nuestro cuerpo realizando funciones beneficiosas. Viven

normalmente en nuestro tracto intestinal y nos protegen de

otras bacterias que sí tienen como objetivo desequilibrar

nuestro funcionamiento interno.

Los probióticos actúan adhiriéndose en las paredes intestinales,

creando una barrera protectora.

Cuando llegan las bacterias patógenas, los probióticos compiten

por el espacio en las vellosidades intestinales inhibiendo que las

bacterias crezcan y provoquen reacciones inflamatorias en el

organismo. Por este motivo, es muy importante el consumo

diario de probióticos.

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma

que si los probióticos son suministrados en cantidades adecuadas

promueven beneficios en la salud de los seres humanos , así , podremos decir que contando con una gran  cantidad de estas ” bacterias amigas ”  nos ayudará  a prevenir gran número de enfermedades y dolencias.

 

 

Beneficios

 

  • Estimular el peristaltismo intestinal reduciendo el tiempo de tránsito de las heces y por tanto muy útil para los casos de estreñimiento.

  • Permitir mayor asimilación de minerales, como el calcio, hierro, manganeso, fósforo, cobre, magnesio y zinc.

  • Mejorar la absorción de los nutrientes como las vitaminas B1, B2, B6, B12, niacina, biotina, ácido fólico y ácido pantoténico.

  • Facilitar la digestión y el metabolismo de algunos nutrientes de la dieta, como el almidón, la lactosa y las proteínas.

  • Fortalecer el sistema inmunológico y, por ello, previene las infecciones intestinales

  • Combatir los efectos nocivos del tratamiento con antibióticos al reponer la flora intestinal y vaginal destruida por los antibióticos.

  • La utilización de Probióticos se recomienda a cualquier persona que quiera favorecer el equilibrio de la flora intestinal.

  • En personas con tratamiento antibiótico, en ancianos, en el embarazo, para mejorar la intolerancia a la lactosa. Se utiliza también para disminuir los efectos de la diarrea , en enfermedades inflamatorias del intestino ya que al modular la flora intestinal aumenta la producción de inmunoglobulina A y estos pacientes tienen disminuidos los lactobacilos.

  • Resultan muy beneficiosos en caso de enfermedades como el estrés o cualquier otra situación que repercuta en el intestino.

  • Según estudios realizados, se ha demostrado su efecto positivo en casos de alergia alimentaria, intolerancia a la lactosa, diarreas, colon irritable, estreñimiento, infecciones del tracto urinario, vaginitis, hipercolesterolemia y gripe  entre otras dolencias, por lo que se recomienda su ingesta diaria a fin de mantener niveles elevados en el sistema digestivo. 

  • Además de beneficiar al sistema inmunitario, los probióticos también estimulan la producción de anticuerpos y potencian la acción de las enzimas digestivas, reequilibran las funciones intestinales y ayudan a absorber las vitaminas en el tracto intestinal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

Las bacterias y el medioambiente


Vemos por la TV a diario que las bacterias son enemigos peligrosos y sin ellas no existiría la industria farmacéutica, por ejemplo ya que desde hace unas tres décadas, los microorganismos también se emplean en procesos biotecnológicos para producir hormonas, infinidad de fármacos, suplementos alimenticios, alimentos biofortificados, plásticos biodegradables y hasta aditivos.
Pero lo más impresionante de todo, es que también son capaces de descomponer, como por ejemplo el petróleo (pudiendo remediar desastres naturales y mareas negras). Se utilizan también en plantas de tratamiento de aguas residuales, descomponiendo la materia residual orgánica y produciendo biogás.

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